Carreras universitarias en Chile que integran inteligencia artificial en su plan de estudios

La inteligencia artificial ya no es un tema de laboratorio ni una promesa futurista. En Chile, ha comenzado a instalarse en las mallas curriculares como quien se muda a una casa que no construyó, pero que piensa habitar por largo tiempo.
Hay algo inquietante en ver cómo las universidades chilenas, tradicionalmente lentas para adaptarse, están reconfigurando sus programas académicos con una rapidez que no les es habitual. No es que hayan despertado de golpe. Es que la inteligencia artificial —esa criatura digital que antes parecía exclusiva de Silicon Valley— se ha colado por las rendijas del sistema educativo y ahora exige espacio, presupuesto y, sobre todo, sentido.
- De ciencia ficción a asignatura obligatoria
- ¿Qué carreras están integrando IA en Chile?
- Tabla comparativa de programas con IA en universidades chilenas
- ¿Qué tipo de inteligencia artificial se enseña?
- ¿Qué opinan los estudiantes?
- ¿Y los docentes? ¿Están preparados?
- ¿Qué rol juega el Estado?
- ¿Hay riesgos en esta integración?
- ¿Y si el futuro ya llegó?
De ciencia ficción a asignatura obligatoria
Hasta hace poco, hablar de inteligencia artificial en la universidad era como mencionar física cuántica en una conversación sobre cocina. Interesante, pero lejano. Hoy, en cambio, hay carreras que la enseñan como parte estructural de su formación. No como un curso optativo ni como una curiosidad académica, sino como un eje transversal que atraviesa desde la ingeniería hasta las ciencias sociales.
La Universidad Mayor, por ejemplo, ofrece desde 2024 la carrera de Ingeniería en Inteligencia Artificial, con un plan regular que incluye machine learning, visión por computadora y deep learning. El enfoque es práctico, pero no superficial. Se busca formar profesionales capaces de diseñar sistemas autónomos, predecir tendencias y automatizar procesos en sectores como salud, industria y finanzas. El programa está disponible en modalidad online y presencial, y se detalla en el sitio oficial de Advance UM advance.umayor.cl.
¿Qué carreras están integrando IA en Chile?
No todas las universidades han creado carreras específicas. Algunas han optado por incorporar contenidos de inteligencia artificial en programas ya existentes. Es una estrategia menos ruidosa, pero igual de significativa. Según un reportaje de La Tercera, publicado en agosto de 2025, instituciones como la Universidad Técnica Federico Santa María, la Universidad de Chile y la Universidad Adolfo Ibáñez han comenzado a incluir módulos de IA en carreras como Ingeniería Civil, Informática, Psicología y Derecho La Tercera.
La Universidad de Chile, por ejemplo, ha integrado cursos sobre ética algorítmica y análisis de datos en su Facultad de Filosofía y Humanidades. No se trata de enseñar a programar, sino de entender cómo los sistemas inteligentes afectan la toma de decisiones, la privacidad y la democracia. El detalle de estos cambios puede consultarse en el sitio de Noticias UChile El Mostrador.
Tabla comparativa de programas con IA en universidades chilenas
| Universidad | Carrera o programa principal | Modalidad | Enlace oficial |
|---|---|---|---|
| Universidad Mayor | Ingeniería en Inteligencia Artificial | Online y presencial | Advance UM |
| Universidad Técnica Federico Santa María | Ingeniería Civil Informática con módulos de IA | Presencial | USM |
| Universidad de Chile | Filosofía, Derecho, Ingeniería con contenidos de IA | Presencial | UChile |
| Universidad Adolfo Ibáñez | Ingeniería Comercial con enfoque en IA | Presencial | UAI |
¿Qué tipo de inteligencia artificial se enseña?
No hay una sola IA, como tampoco hay una sola forma de enseñar matemáticas. Algunas universidades se enfocan en el desarrollo técnico: algoritmos, redes neuronales, programación en Python. Otras prefieren abordar la dimensión ética, legal o filosófica. En carreras como Derecho, por ejemplo, se analiza el impacto de los sistemas automatizados en la jurisprudencia. ¿Puede un algoritmo decidir una sentencia? ¿Quién responde por un error de cálculo en un sistema de salud automatizado?
En Psicología, se estudia cómo los asistentes virtuales afectan la salud mental, la percepción del yo y la interacción humana. En Arquitectura, se exploran modelos generativos que diseñan espacios según patrones de comportamiento. Y en Medicina, se entrenan algoritmos para detectar enfermedades antes que los ojos humanos.
¿Qué opinan los estudiantes?
Ignacio, estudiante de tercer año en Ingeniería Civil Informática en la USM, cuenta que al principio pensó que la IA era solo una moda. “Pero cuando vi que los proyectos de titulación incluían modelos predictivos y sistemas autónomos, entendí que esto no era opcional. Si no aprendes IA, te quedas fuera”, dice. Su testimonio refleja una percepción creciente: la inteligencia artificial no es un lujo académico, sino una necesidad profesional.
¿Y los docentes? ¿Están preparados?
Aquí aparece una de las tensiones más visibles. Mientras los estudiantes exigen contenidos actualizados, muchos docentes aún se están formando en estas áreas. Algunas universidades han implementado programas de capacitación interna, pero el ritmo es desigual. Hay profesores que enseñan IA con entusiasmo, y otros que la miran con recelo. No por ignorancia, sino por prudencia. Porque saben que enseñar mal una tecnología puede ser más peligroso que no enseñarla.
¿Qué rol juega el Estado?
El Ministerio de Educación ha comenzado a incluir criterios de adecuación tecnológica en sus evaluaciones de calidad. Plataformas como Mifuturo.cl permiten revisar las mallas curriculares y los indicadores de empleabilidad por carrera. Pero aún falta una política nacional que articule estos cambios con una visión de largo plazo. La autonomía universitaria es un valor, pero también puede ser una excusa para evitar la coordinación.
¿Hay riesgos en esta integración?
Sí. Como en todo proceso de cambio, hay riesgos de superficialidad, de modas pasajeras, de decisiones apresuradas. Algunas universidades han incorporado tecnologías sin revisar su impacto pedagógico. Otras han eliminado asignaturas humanistas para dar espacio a contenidos técnicos. El equilibrio es delicado. Y requiere una mirada crítica que no se deje seducir por el brillo de lo nuevo.
¿Y si el futuro ya llegó?
La pregunta no es retórica. En un país donde el acceso a la educación superior ha crecido, pero donde la brecha digital sigue siendo profunda, las mallas curriculares se convierten en un campo de batalla simbólico. Lo que se enseña —y lo que se deja de enseñar— define no solo el perfil profesional, sino también el tipo de ciudadanía que se construye.
Quizás el desafío no sea solo tecnológico, sino ético. ¿Qué tipo de profesionales queremos formar? ¿Qué preguntas queremos que se hagan? ¿Qué mundo queremos que imaginen?
Porque al final, una carrera universitaria no es solo un conjunto de asignaturas. Es una declaración de principios. Y en Chile, esa declaración está cambiando. Con algoritmos, sí. Pero también con preguntas que aún no tienen respuesta.